Tuesday, March 12, 2013

TRISTE Y VACÍO


HUME, SARTRE Y OTROS DEMONIOS


Hume
Sartre



                                       VS  
     








Hume era extremadamente sensible a las críticas que sus lectores hacían a sus obras. Esta sensibilidad fue una de las razones por las cuales el magnífico Tratado fue amputado por el mismo Hume hasta convertirlo en la reducida, y un poco menos inspiradora, Investigación. 

Un ejemplo de las partes amputadas del Tratado lo constituye la controvertida, pero interesante teoría del espacio y el vacío (o la ausencia) expuesta en la segunda parte del primer libro de la obra en cuestión. En la sección V de ese texto, Hume explica en qué consiste la idea del espacio y cómo esta idea tiene una importante implicación: no es posible tener la idea de ausencia, de un espacio vacío desprovisto de toda materia. Si cierta, esta implicación es un golpe bajo a todos los metafísicos que antes, durante y después de Hume han hablado del vacío o de la ausencia como si entendieran lo que quieren decir con esas palabras.


Paul Signac
En términos generales, la idea del espacio, según Hume, proviene de las impresiones de dos sentidos: la vista y el tacto. En estricto  sentido, todas nuestras impresiones visuales y táctiles se reducen a impresiones de puntos coloreados y táctiles. Nuestra idea del espacio no es otra cosa que la idea que tenemos de la forma en la que están dispuestos u organizados esos puntos. La idea de espacio no es la copia de una impresión de espacio separada, o separable, de las demás impresiones visuales y táctiles, pues la forma en la que se nos presentan las impresiones visuales y táctiles es inseparable de estas impresiones y la idea del espacio no es otra cosa que la copia de esa forma.

Dado que la idea de espacio no es separable de los datos que nos arrojan la vista y el tacto, Hume concluye que no podemos tener una idea de espacio en el que no haya nada visible ni tangible. No podemos tener la idea del vacío.

Hume es consciente de que cualquiera que muestre que podemos tener una impresión o una idea del vacío refutará para siempre su teoría del espacio. Así, decide exponer y socavar los que él cree son los argumentos disponibles para mostrar que tenemos, o podemos tener, la idea de un espacio vacío o la idea de una ausencia. 


Hume evalúa tres argumentos a favor de la idea del vacío, pero, como se verá, hay un cuarto argumento que, anacrónicamente, puede ser extraído de las reflexiones que, en El Ser y La Nada, Jean Paul Sartre hace sobre la percepción de ausencias. Los argumentos considerados por Hume son:


1. "La Murga" Filosófica

Hay toda una orquesta de filósofos de todos los tiempos y ubicaciones geográficas que con una extensa batería de argumentos han discutido, sin ton ni son, a favor o en contra del vacío. Como toda esa gente no puede estar loca, es razonable pensar que en sus serenatas argumentativas todos ellos tienen en mente una idea del vacío. Por consiguiente, debe ser posible tener una idea del vacío.


2. "Todo Tiene Su Final"... Posible

Es perfectamente posible concebir que el creador del universo, o algún otro ser con superpoderes, ponga fin o aniquile una parte del mundo. Además, es perfectamente posible concebir que éste o aquél ser haga que todo movimiento cese.  

Imaginemos que en una situación en la que ocurren estos dos fenómenos apocalípticos (es decir, una situación en la que no hay movimiento y una parte del mundo es aniquilada) hay un cuarto de cuatro paredes. El ser superpoderoso decide aniquilar la pared oriental, la pared occidental, y toda materia que esté entre esas dos paredes, dejando intactas las paredes norte y sur del cuarto. 

Si el vacío no fuera posible, una vez el ser superpoderoso remueve la materia comprendida entre las paredes oriental y occidental, las paredes norte y sur colapsarían; o sea, se juntarían, pues tendrían que ocupar la vacante dejada por la materia removida. 

Sin embargo, si las paredes norte y sur se juntan, entonces habría movimiento, dado que juntarse implica cambiar de posición y, cambiar de posición es, justamente, moverse. Pero hemos supuesto que el cuarto se encuentra en una situación apocalíptica posible en la que no hay movimiento.

Así, como no hay movimiento en la situación descrita, las paredes norte y sur no pueden juntarse. Si las paredes norte y sur no pueden juntarse, entonces habría un vacío entre ellas. En pocas palabras, el vació es posible y como el vacío es posible, podemos tener una idea de él.

3.  "Quítate tú pa' ponerme yo"

Quizás no sólo la idea de vacío es posible, sino necesaria para explicar la posibilidad misma del movimiento: que un objeto material se mueva implica que cambia de posición espacial. Puesto que no es posible que dos objetos materiales ocupen la misma posición espacial, hay que aceptar que cuando un objeto cambia de posición, debe hacerlo hacia una posición que no esté ya ocupada por otro objeto material. Dicha posición, en consecuencia, debe ser una porción de espacio vacío. Así, la idea del vacío es necesaria para explicar la posibilidad misma del movimiento y como el movimiento no sólo es posible, sino que existe, se sigue que hay una idea del vacío.



4. "No importa tu ausencia, te sigo esperando..."

Para Hume, al menos hay algo claramente cierto acerca del vacío: si acaso hay alguna idea del espacio vacío, dicha idea no puede provenir de una impresión sensorial. Esto por lo siguiente:

Si la idea del vacío surgiera de una impresión, esta impresión debería ser de la vista o el tacto. La idea del vacío sólo podría surgir de una impresión visual y táctil si la ausencia de color o la ausencia de tacto fuera sensible. Pero la vista y el tacto sólo nos dan información de puntos tangibles y coloreados. Así, como no tenemos impresiones sensoriales de ausencias,  la idea del vacío no puede surgir de una impresión de la vista ni del tacto y, por consiguiente, no puede surgir de ninguna impresión. 

Hume supone como evidente que no tenemos experiencia perceptual (visual, táctil) de las ausencias, pero es esto tan evidente? En el primer capítulo de la primera parte de El Ser y la Nada, Sartre sugiere un caso en el que presuntamente vemos una ausencia: Sartre se quedó de encontrar con Simone en un café que ambos solían frecuentar. Sartre esperaba encontrar a Simone sentada en una de las mesas del café, una mesa en la que siempre se sentaba Simone. Sartre fue al encuentro, entro en el café, buscó a Simone y no estaba. Dirigió su mirada a la mesa preferida de Simone y notó, observó, vio, su ausencia. Así, Sartre tuvo una impresión sensible de ausencia y, si la teoría de las ideas de Hume es cierta, tuvo una idea de ausencia.

Otros presuntos ejemplos de experiencia sensible de ausencias a los que puede acudir Sartre, y cualquier crítico de Hume, son: la percepción de los huecos (un hueco, después de todo, es una ausencia, no?) y la experiencia auditiva de pausas y silencios. Y qué me dicen de estos otros aparentes casos tipo Sartre:




El caso de Sartre y los demás casos tipo Sartre, si legítimos, ponen en aprietos a Hume, pues abren la posibilidad de que la idea del vacío surja de una impresión sensible de una ausencia, contrario a lo que Hume pensaba. De este modo, la exposición de casos tipo Sartre constituyen un cuarto argumento a favor de la idea del espacio vacío.

LO TRISTE

Hume desarrolla un ataque algo flojo a los tres primeros argumentos citados y no provee mayores razones para pensar que los ejemplos tipo Sartre no son buenos. Esto puede explicar por qué su ataque al vacío es amputado del Tratado. Hume se dio cuenta que a la gente no le gustaba su ataque al vacío, se puso triste y abandonó su postura. 


Imagínese un Hume feliz que hubiera ofrecido la argumentación más fuerte posible en contra de los cuatro argumentos a favor de la idea del vacío aquí presentados. Cómo serían esos ataques? Qué premisas cuestionaría Hume? Cómo cuestionaría la validez de los argumentos? 

Apreciado lector, trate de construir (apoyándose, de ser posible, en las secciones V y VI de la segunda parte del primer libro del Tratadoa un Hume que no se intimide por las críticas, que sea increíblemente convincente, y que destruya alguno o todos los cuatro argumentos en cuestión. Si esta misión es demasiado arriesgada, evalúe los intentos de aquellos que quieren ver a Hume en su salsa.



24 comments:

  1. Ya que es domingo y nadie ha comentado, me tomé la libertad de extenderme en exceso, me disculpo por ello:

    Como Hume correctamente lo indica, no es suficiente que una parranda de filósofos estén hablando del vacío para afirmar que tenemos la idea de vacío, si queremos probar que tenemos la idea, debemos señalar las impresiones que corresponden o forman a la idea (Como se podría creer que Sartre hace)
    La manera en que Hume trata los problemas de este tipo de ideas “controversiales” es mostrar con su sistema lo que realmente pensamos cuando hablamos de tal idea, por ejemplo, sustancia, extensión, tiempo … y señalar las impresiones que le corresponden, o en el caso del vacío, señalar por qué tal idea no es concebible y a partir de qué otros creen que sí lo es ¿Aquí valdría preguntarse cómo, aceptando que no podemos formarnos la idea de vacío, podemos hablar de este, darle una definición (ej: ausencia de materia) y usarla en frases con sentido (¿o son sinsentidos?), es uno de los problemas que encuentro al enfrentar significado e idea? (pregunta lanzada al aire)
    Según él, caemos en el error de creer que tenemos tal idea a partir de conclusiones que sacamos de otras ideas o casos que se le asemejan o que están relacionadas por causalidad (en los confusos experimentos de Hume, la distancia vacía y la distancia-extensión) análogo al error que yo cometí al escribir algunas bromas cortas en trabajos para el profesor amado, y por esto escribir bromas en trabajos de otros profesores, sólo porque ellos son profesores, tienen barba y usan abrigo. Lo que hacemos o concluimos de uno, lo hacemos o concluimos del otro, en virtud de su relación.
    En conclusión, respecto al primer problema, el único lugar en el que erróneamente impera el principio de autoridad del conocimiento es en el colegio, lo que se debe hacer con la idea de vacío es aclararla o “traducirla” al sistema.
    Veamos el caso de Sartre. Para que Sartre al ver la mesa acostumbrada “vea” la ausencia de Simone, supongo que ha de tener alguna expectativa, deseo, costumbre o “algo” que diferencie la visión de esta silla de cualquier otra, la causa de que se pueda decir que es un ejemplo de “ver” una ausencia debe ser ese “algo” adicional que permita esta percepción singular, propongo interpretar esto de dos maneras: 1) suponiendo que las expectativas, deseos, creencias u otras cosas afectan la misma percepción, es decir, la impresión no es el objeto directo de la experiencia sino que se ve afectada a su vez por creencias, cuestiones afectivas… es decir, hay mediación conceptual en la percepción (Lo que sería una propuesta contemporánea por fuera del sistema Humeano, que incluso lo enfrentaría, pero podría explicar el ejemplo de Sartre. Si se quiere, véase “Percepción e inconmensurabilidad” del profesor Jaime Ramos) La otra interpretación, que pretendo defender, es que la impresión Humeana de puntos coloreados puede ser descrita o mostrada de manera distinta debido a la intervención de otras ideas, hábitos o pasiones, llevando al error de decir que “vemos” una ausencia.

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  2. Son los principios de asociación los que llevarían a Sartre de la idea de la mesa y el café a la de Simone, y es dicha asociación de ideas la que generaría la expectativa, deseo o hábito de encontrar a Simone allí. Al no encontrarla, él afirma que “vio” su ausencia. Aquí separo mi análisis en dos, propondría que ante la visión de puntos coloreados y el hábito no cumplido de ver a Simone allí, las pasiones que esta impresión genera, deseos o aversiones, son las que llevarían a Sartre a decir que “vio” una ausencia, cuando según esto, lo que llama ausencia es precisamente a este cúmulo de pasiones generadas, es decir, realmente Sartre “Sintió” una ausencia. Por otro lado, propondría suponer que tal “visión” se refiere a un “truco de la imaginación”, quiero decir, ante el hábito y la asociación de ideas entre la mesa y el café, y Simone, la imaginación tiende a llevar a Sartre de una idea a la otra. Tal “visión” de la ausencia es un error causado por una visión que es llevada a cabo en la mente, imaginando allí a Simone o queriendo imaginarla debido al hábito, cuando al mismo tiempo la impresión no se presenta, así pues, Sartre dice que “ve” una ausencia, cuando realmente su imaginación lo lleva a la idea de simón mientras su visión lo lleva a la silla vacía, tal contraste le permite describir el suceso como “visión” de lo que falta. Esta opción, que me parece la más adecuada, podría explicar una gran cantidad de ejemplos “tipo Sartre”: imagínese que la madre de Hume, cuando este era niño, le echaba en su loncherita una banana; algo que hizo durante años. Tras una “crisis bananera en Inglaterra” un día Hume-niño abrió su loncherita y encontró la misma comida de siempre, pero no su banana; probablemente Hume “vio” la ausencia de su banana, o si sólo metió la mano en la lonchera, sintió “táctilmente” la ausencia. Es decir, lo que suponemos como impresión de ausencia, es más bien una fuerte relación entre ideas que no se cumple en casos específicos, ante la impresión del caso la mente tiende a “rellenar el vacío” y en contraste con dicha impresión, se dice que se ve/siente la ausencia.

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  3. Respecto al tercero argumento Hume señala adecuadamente que es consecuencia de la filosofía natural, la necesidad del vacío es una consecuencia del sistema físico Newtoniano. Newton define el lugar como “parte del espacio llenada enteramente por una cosa”, el cuerpo: “lo que llena un lugar” (De gravitatione et aequipondio, tomo esta cita del estudio preliminar de su Principia Matemathica, editorial Tecnos) En ese sentido, podríamos decir que si eliminásemos todos los cuerpos, quedaría ese hermoso espacio absoluto y vacío. O dicho de otro modo, este vacío en el cual se “introducen” y se mueven los objetos es necesario para la posibilidad del movimiento y el reposo. Esta concepción del espacio es abandonada con la llegada de la teoría de la relatividad, y ya que la necesidad del vacío depende de la teoría misma, y la teoría Newtoniana no da cuenta de infinidad de fenómenos, por lo que fue “reemplazada” por una “mejor y más completa”, el argumento, creo yo, se debe someter a la aceptación/conformidad o apego a la teoría newtoniana.
    Respecto al segundo argumento, creo yo que al concederle al ser superior la capacidad de “aniquilar una parte del mundo” con ello se está concediendo necesariamente la existencia de vacío. Imagínese un tanque de agua con una yuca adentro, aniquilar la yuca del espacio-agua no sería sacarla del tanque, sería dejar vacío el “lugar” de la yuca en el estanque sin que el agua lo pueda llenar, este es el mismo caso de las paredes, lo que quiero decir es que no es posible concederle al ser superior la capacidad de aniquilar una parte del mundo, sin que se acepte la posibilidad del vacío, pues que se pueda aniquilar una parte depende (lastimosamente para la brevedad de este blog) de lo que entendemos por mundo. Si lo vemos como un estanque o una mesa en la que es posible que un ser superior tire piedras y yucas o juegue sobre ella con muñequitos, o si lo llamamos mundo al modo en que se relacionan los muñecos, piedras y yucas (con el ser superior, por qué no…) abandonando la idea de estanque o mesa de juegos. Y aun evitando hablar de nuestras concepciones del mundo, creo imposible para la mente “aniquilar” la yuca o “lo que está entre las dos paredes” sin que esto sea llenado por otra cosa, es decir, en el estanque, para la mente sólo es posible “aniquilar” la yuca sacándola del agua, siendo ocupado su “lugar” anterior por más agua.
    (Juanito=Juan David Vargas)

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  4. Ya que Juanito se tomó la ocupación de cuestionar el sentido o sin-sentido de la idea de ausencia, lo que se añada a ello, serán más ejemplos de cómo se puede “ver” una ausencia, y postular diversas maneras de cómo se cae en los errores de razonamiento, por culpa de la no distinción, y posterior “ausencia” de separación, de las ideas que asocia nuestro razonamiento. Para así no ser como Sartre y sus análogos, respecto a lo ya mencionado, y confundir una idea cualquiera con cualquiera otra de sus semejantes, como distancia visible e invisible, extensión-espacio coloreada y tangible -su forma y efecto sobre los sentidos-, con la falta de esta percepción, con lo que puede significarse su “ausencia”. Siendo así explicaría semejante en el sentido del comentario por mi compañero ya postulado. POR ESTA RAZÓN, forjaré algo distinto de esa cuestión, que consiste en la debilidad misma de las ideas respecto de las impresiones. Es en este respecto que enfocaré mi argumentación, para que Hume no siga más triste.

    Bien es señalado en la Parte I del Tratado, que las ideas son o copias débiles de impresiones, o derivaciones de esas débiles copias. Pero que nada que sea idea, puede ser obtenido extrínsecamente de la experiencia. Ahora bien, siendo conciso, la idea de extensión, es una abstracción de las (eidos) de todo aquello, que decimos, es algo extenso; de cada cosa que posee una Forma ordenada visible y tangible, que se copia débilmente a nuestra mente, y de la cual creemos es parte de algo así como “LA EXTENSION”. Pero allí, estaríamos ya hablando de dos maneras de entender la extensión o el espacio, a saber: la de una extensión que hace posible que todo se mueva y se ubique en un espacio; es como el espacio de Newton, “absoluto y de Dios”. Y una segunda: la de la extensión de un cuerpo material mismo, que vendría siendo el sustrato -como en Descartes- relleno de cualidades, que se hace distinto de ese Espacio total y hospitalario. Ahora, en Hume, eso no es algo de lo cual tengamos impresión correspondiente , porque la extensión que percibimos, resulta la de una forma específica Y ORDENADA de un cierto modo, como lo es la de una pintura de Botero; es decir, que va ligada a objetos perceptibles necesariamente.

    Si lo anterior resulta ser confuso, es porque la creencia que formamos, sombrea el asunto. Me refiero aquí, a la creencia derivada de la abstracción de ideas débiles, que nos llevan a esa idea de una cosa que soporta a la materia extensa, y que decimos, si la aniquilamos, permanece el vacío. Ahora sí, explicaré el papel de las ideas débiles que ya mencioné: la idea del sol, no es más que la idea de algo brillante y caluroso, en términos sensoriales. Pero, ella no es el sol. Es una cosa débil, y mental. No es la realidad. Ahora, si tomamos la extensión que pensamos, como la realidad, estamos creyendo que el hecho de que nuestra vulnerable mente, permita derrumbar, fácilmente una imagen dejándola en negro, la realidad lo consentirá en que funcione del mismo modo. Pero, la realidad no es abstracta, las ideas sí; la realidad es firme en este sentido, nuestras ideas son fantasiosas. Bien, remitámonos a nuestro pensamiento y consideremos el vació: Lo que éste es en idea, es verbalmente la nada; pero representativamente una imagen simple que posee ser. Ahora, no es posible, que el vacío que no es nada, sea. Y lamentablemente, para los defensores del vacío así resulta puesto que lo que no sea, no puede tener representación alguna. Así, el vacío pasa a ser algo. Pero si es algo, es algo que se debería entender como existente. Y ya que va ligado al tema del espacio, deberá ocupar o bien un lugar espacial o bien todo. Pero, ya no sería vacío. Y así, el ejemplo que el compañero pone arriba de la yuca en el agua, que es aniquilada, resulta ser un relleno de agua; es decir, un vacío que se llena en el espacio.

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  5. Es cierto, que este argumento más que persuasivo es aburrido y declaro, “no me llena” y me hace sentir una sensación de “vacío” en cuanto a la picardía que me gusta derramar sobre los textos. Pero, así es como funciona el verdadero fondo de lo que tratamos. Y es que las ideas que tenemos son propensas a socavar en razonamientos fantasiosos, porque la debilidad de las ideas mismas, es fácilmente alterable. Por ello, es de notar que los seres humanos, podemos contar chistes, inventar historias de otros planetas, y no estar ligados estrictamente al sentido lógico que guardan las cosas exteriores a nosotros. Así, que enfrentar a Sartre con Hume, resulta un combate entre metáfora y lógica estricta. Espero, nadie se moleste con esta afirmación. Sed felices, y distinguid lo lógico de lo humano-cotidiano.

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  7. Para Hume, la idea de espacio proviene de la vista y el tacto, las impresiones táctiles y visuales se nos presentan de cierta forma y la idea de espacio no es más que la copia de esa forma.
    Ahora, Hume podría rectificar, y decir que la idea de vacio si es posible pero no como lo piensan sus detractores, es decir, si es posible ver el vacio y la ausencia pero no en el sentido de Sartre, que parece que tiene una idea de vacio sin tener impresión alguna. Podria Hume decir que es posible ver el vacio porque este tiene una forma, el vacio realmente posee una forma como cualquier otra de idea de espacio si se observa el vacio, podemos dimensionar ese espacio vacío y podríamos formar algo así como la silueta de vacío, con altura, profundidad y ancho y entonces tendríamos una idea de vacío, pero derivada de una impresión visual que es la forma que nos da la figura que imaginamos (en 3D), por lo que la teoría sobre el espacio de Hume estaría a salvo.
    Por ejemplo, la idea de vacio dentro de una caja vendría dada por la silueta de un cubo que nos dan los límites de la caja.

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    1. Hume, indica muy arbitrariamente, respecto a este tipo de ideas en las que parece haber ausencia de percepción visual y/o táctil de la extensión, que son lo mismo que podría percibir un ciego; es decir, no hay percepción. Aclaro nuevamente, es muy arbitrario.

      para ello, postula el ejemplo de la no-percepción primeramente, para añadirle sobre esa cierta forma de concepción los dos objetos luminosos que se desplazan sobre ella. Para Hume, lo que resulta no es una idea de vacío. Sino únicamente la de dos cosas luminosas que nos permiten comprender distancia al alejarse o acercarse, ya sea a nosotros o entre ellos. La parte que denominaré arbitrariamente "negra", resulta no ser impresión; Hume la entiende como no-percepción.

      Pues la verdad ese ejemplo es bastante débil, y la manera de argumentar de Hume, por eso resulta del mismo estilo.

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  8. Para esta réplica tengo que anticipar que no encontré un material convincente para defender a Hume a partir de los que leí en las secciones V-VII del tratado. Pero creo que puedo objetar el tercer argumento sin asegurar fidelidad a la filosofía humeana. La idea de que el vacío sea necesario para explicar el movimiento no es lógicamente consistente. Podemos pensar aún otra manera de dar cuenta del movimiento sin acudir al vacío. Una teoría que creyese en un universo lleno, por ejemplo, tendría que preguntarse cómo rechazar la noción de vacío físico. Esta cuestión no es difícil de responder si se piensa que siempre hay cuerpos como el aire o partículas que están llenando el espacio. De ahí se sigue que no hay vacío. Ahora bien ¿cómo explicamos entonces el movimiento en un universo lleno? Una vez se ha admitido que hay cuerpos como partículas llenando el espacio que parece vacío, entonces el movimiento de un cuerpo, como una mesa que yo empujo de un lado a otro, ocasionaría un desplazamiento de las pequeñas partículas que llenan el espacio haciendo que cambien de posición y modifiquen su organización. Esta explicación permitiría entender porque la noción de un universo lleno no supone un estancamiento de los cuerpos, sino un desplazamiento continuo de las partículas que llenan el espacio y una reagrupación de todos los pequeños cuerpos, sin provocar un movimiento en los grandes. Solo imaginemos nuestras manos fuera de la ventana del carro chocando contra el viento. En cierto sentido podemos pensar que todo el lugar está lleno de aire, y que el viento choca contra nuestra mano sin moverla, pues lo que ocurre es una reagrupación de las partículas del aire que se acomodan de suerte que la mano pueda moverse mientras el auto siga andando. Entonces la mano se mueve sin que las pequeñas partículas causen el movimiento de ésta.
    Una cuestión importante sería preguntarse si esta noción de universo lleno no sería otra forma de atacar a Hume, en la medida en que pensamos esos pequeños cuerpos como material sensible, es decir, como impresiones sensibles, entonces claramente el vacío sería perceptible.

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    1. Esta idea para refutar el tercer argumento que gira entrono al movimiento también se me había ocurrido pero inmediatamente se me vino a la mente un par de ejemplos que me impedían pensar en esta opción de reagrupar partículas. Tal vez esta interrupción pueda poner a consideración ciertos puntos de su intervención. El primer ejemplo que se me viene a la mente son esos pequeños rompecabezas (no conozco su nombre en español pero en ingles se llaman slide puzzle) en que se debe organizar los números. El movimiento de las fichas en el tablero es posible gracias a que falta una de ellas, sino fuera así el rompecabezas sería imposible de resolver. El segundo ejemplo es una bolsa llena de canicas, este ejemplo es similar al de la mano fuera del auto, si metemos la mano dentro, las canicas se reorganizarían pero sería gracias a cierto espacio vacío entre las esferas que se pueden agrupar de otra forma.
      No quiero afirmar con esto la necesidad del vacío sino la cierta dificultad de aceptar esta idea de reagrupación de partículas.

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    2. Rescatando la respuesta de Juan David y la concepción del universo lleno considero que se puede dar una respuesta a los contraejemplos que usted sugiere. En el caso del slide puzzle, considero que se podría objetar que el espacio que usted sugiere que está vacío puede estar ocupado por partículas de aire, pues el hecho de que en este espacio no haya una ficha o una pieza del rompecabezas no quiere decir que esté propiamente "vacío". Así, sería posible el desplazamiento de las fichas del puzzle debido a que hay un espacio que no está siendo ocupado por una ficha, pero no porque hay un espacio "vacío" propiamente hablando.

      Sucede algo parecido con las canicas, la reorganización de éstas en la bolsa se da debido a que hay un espacio que no está siendo ocupado por una canica, sin embargo, este espacio no está "vacío" propiamente hablando si no que puede estar ocupado por partículas de aire o depronto algún mugresito que haya dentro de la bolsa.

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  9. Hume dice que la idea de espacio es adquirida por percepción de puntos tangibles y coloreados. Donde concluye que no se puede tener una idea de vacío o espacio sin nada tangible y coloreado. Es cierto que una idea de vació como lo piensan los metafísicos y la gente en común, sobrepasa los límites humanos, pero eso no impide que se piense sobre el vació. Por lo tanto, la ideas de un vació no se puede adquirir por una impresión que nos de la idea de vació, sino por medio de una análisis o razonamiento, donde se asemejan ideas que concuerde con uno u otro requisito que implica ese concepto de vació. Como la mente unen ideas semejantes a el concepto vació, es un error asumir que las percepción humana puede tener una idea de vació perfecta, sino solo puede derivar una idea del vació imperfecta y llena de errores, como sucede en el caso de Sartre. Sartre parece afirmar que percibió un ausencia, pero como tal no un vació. Sartre pudo notar la ausencia de Simone gracias el habitó. Sartre esperaba verla en ese lugar donde siempre se encontraban, en otras palabras es como mirar durante mucho tiempo un cuadro con varias figuras, y después por razones desconocidas una de esas figuran no están en el cuadro. La usencia de una figura en un cuadro, no implica que en el cuadro que un hueco. Por lo tanto, no es posible una impresión de vació y, menos una idea de un vació, sólo nos podemos conformar con derivadas imperfectas del concepto de vació, productos de una asociación de ideas semejantes pero no iguales a el concepto de vació.

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  10. No quisiera unirme a Hume en su opinión a acerca del vacío. Sin embargo, considero posible hacer una defensa con respecto a los cuatro argumentos que se presentaron.

    El primero, el de la murga filosófica, no es demasiado difícil de refutar. podría pensarse en una infinidad de ideas que, si bien son compartidas por la mayoría de la humanidad, no tienen un referente real en absoluto: las sirenas, los cíclopes y hasta los dioses griegos fueron adoptados durante siglos, sin enterarse los que los usaban sino mucho después de lo "vacíos" que éstos eran.

    Y hablando de lo vacío que puede estar un concepto, quisiera hacer una rápida alusión al cuarto argumento, según el cual la ausencia de alguien que yo espero es sentida, percibida, como ausencia, es decir, como vacío. Considero falaz este argumento, pues se está considerando como equivalente la ausencia y el vacío. En efecto, una cosa es que algo me falte, y otra cosa que no haya nada en absoluto. Veamos: Cuando llego al restaurante y me doy cuenta de que mi novia no se encuentra en la mesa de siempre, ¿siento VACÍO?. Cuando miro a la mesa, y me doy cuenta de que ella falta, en realidad sólo acabo de percatarme de la AUSENCIA de personas sentadas alrededor de la mesa, pero no por eso estoy experimentando la impesión del vacío. Muy por el contrario, antes, estaría dispuesto a decir que lo que se observa es que el espacio, antes ocupado por algo, está esta vez ocupado por otras cosas. La percepción que tenemos es, pues, de cambio, mas no de vacío.

    Volviendo al segundo argumento, es menester mirar de qué manera es que son posibles los supuestos que Hume propone. El primero, el de poder imaginarse al mundo como congelado, es decir, sin movimiento, no tiene ningún problema, pero aflora uno cuando lo consideramos en conjunción con el otro presupuesto del experimento mental: que podría ser posible eliminar una parte de la materia del mundo. Si quitáramos algo del mundo y se sostuviera el presupuesto de que todo movimiento ha sido eliminado, no podríamos hacer otra cosa que aceptar que lo que está entre una y otra pared del "cuarto vacío" es, en efecto, completo y absoluto vacío. Sin embargo, no podemos decir que tenemos en nuestra mente la idea del vacío: en cierto sentido, todo lo que tenemos en la mente es la idea de la ausencia de lo que antes estaba allí, en el cuarto. Por otro lado, todo lo que podría surgir de este argumento sería una idea de vacío que se constituye como la ausencia de algo en particular (el aire entre las paredes, las sillas, etc.), y no, como se supone, la ausencia de TODA cosa.

    Por último quisiera defender la posición según la cual el movimiento es del todo posible sin necesidad de evocar ningún tipo de vacío. En efecto, podría considerarse que, l moverme yo, y sólo en la medda que lo estoy haciendo, desplazo las partículas de aire que me envuelven, de forma del que el espacio que antes él ocupaba lo estoy ocupando yo con mi cuerpo. Una dificultad surge, sin embargo: esto lleva a concluir que todo movimiento de mundo mueve todas las cosas, puesto que para que algo se mueva a algú sitio debe mover algo más, y eso indefinidamente. Sin embargo, ya Leibniz propuso soluciones a este problema, que, para decir de paso, no genera, tampoco, contradicciones.

    Así, pues, el contraargumento principal esgrimido por mí para defender a Hume es el de que la idea de vacío que proponen, entendida como la ausencia total de cualquier cosa dentro de una extensión de espacio, no es tan radical como la exponen: parece ser, en primera instancia, que toda "idea" de vacío que podamos alegar en contra de hume no expresa la ausencia total de cosas dentro de una extensión, sino tan sólo la ausencia de algunas cosas relevantes (la novia de Sartre, el aire del cuarto) pero nunca, en realidad, la ausencia de TODO. Podría uno decir, para terminar, lo que dijo parménides hace un buen tiempo ya, "de lo que no es no se puede hablar".

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  11. Frente al primer argumento, que trata sobre las discusiones históricas de los filósofos acerca de la idea del vacío, ésta no es condición suficiente para asegurar la existencia del mismo, precisamente porque lo que estas discusiones dejan entrever es que no se tiene una idea clara de ella, y que, no se ha hecho una investigación acertada para aclarar el asunto. Hume, reconoce este error y por eso, por medio de un estudio de nuestras percepciones quiere llegar a mostrar que el vacío no aparece como experiencia sensible y que por ende la idea que tenemos de ella, surge producto de una equivocación en una relación de ideas.
    El segundo argumento, que refiere al ejemplo de las dos paredes y la aniquilación de la materia de en medio, puede refutarse porque la aniquilación de la materia en la habitación no altera las dos paredes que aún permanecen, por tanto no habrían de chocarse ni de moverse. Puede asemejarse esta situación al ejemplo proporcionado por Hume acerca de la obscuridad y los dos objetos visibles. Solo podremos tener impresiones acerca de los objetos en cuestión. De igual manera, solo recibiremos las impresiones de las paredes por lo que el vacío sigue sin percibirse.
    El vacío en el tercer argumento también es insostenible. Si nos basamos en la percepción, cuando un objeto se mueve, no está “tapando” un espacio antes imperceptible, sino que se está interponiendo a un objeto que esta atrás de él. Obsérvese un objeto que esta adelante, si se quitase no quedaría el espacio vacío, sino que se mostraría el objeto que estaba atrás, si se repitiera este proceso indefinidamente siempre encontraremos un objeto perceptible. Lo que percibimos son impresiones de objetos, y la asociación entre estos nos permite ver una relación de distancia, mas no un espacio sin materia entre ellos.
    Si nos atenemos a la idea principal de Hume, debemos asentir en que no hay una experiencia sensible que nos acerque al vacío. Sin embargo y para complicar más el asunto, el contra-argumento de Sartre de la impresión de ausencia claramente parece llevarnos a aceptar una derrota por defender a Hume. Empero, pareciese que se tratase de concepciones diferentes de espacio. En un plano físico, aun cuando Sartre note en la mesa del café que no está Simone, percibirá los demás objetos del lugar, percibirá la silla, la mesa y el fondo del lugar con sus trabajadores atareados. Si Sartre no pensara que Simone estaría allí ¿seguiría apareciendo ese vacío? Esto me lleva a afirmar que Hume iba en búsqueda de la noción de vacío físico apareciendo en la percepción. Sartre hace referencia a una ausencia entre expectativa personal y un contraste con la realidad podría llamarlo como un vacío psicológico pues este depende es del sujeto y no de la materia que aparece en la percepción.

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  12. Al respecto del argumento de “La Murga” Filosófica, tengo dos observaciones. El argumento dice, básicamente, que si se puede razonar y discutir sobre algo, es porque se tiene una idea o noción de ese algo; y, como se razona y discute sobre el vacío desde hace tiempo, se debe tener una idea o noción del vacío. Pero el razonar y discutir sobre algo, si bien es suficiente para tener una idea de ese algo, no implica que dicha idea se tenga necesariamente. Pondré un ejemplo de una experiencia que tuve durante un juego con mis amigos. Cada jugador debe escribir una palabra en cinco papelitos distintos, y los papelitos de todos los jugadores son mezclados. Los jugadores son divididos en dos equipos, y el juego consiste en adivinar, por turnos individuales, la mayor cantidad de papelitos en tres rondas distintas. En la primera, el jugador puede decir una frase entera que sugiera la palabra escrita en el papel, en la segunda puede decir sólo una palabra, y la tercera es a punta de mímica únicamente. Lo que hace divertido el juego es, precisamente, que las palabras escritas sean extrañas e, incluso, desconocidas para muchos de los jugadores. Así, cuando en un turno a una persona le toque representar, en cualquiera de las fases, una palabra que no conozca, tendrá que razonar sobre ella, mientras que los que tratan de adivinar discutirán sobre algo que no tienen idea de qué es y, posiblemente, tampoco de qué significa. En tal caso, todo el juego girará en torno a algo de lo que no se tiene noción o idea alguna, es decir, que se puede razonar y discutir sobre algo, sin tener noción o idea alguna de ese algo. Por lo tanto, por más que durante siglos los filósofos hayan razonado y discutido sobre el vacío, es perfectamente posible que lo hayan hecho sin tener una idea clara de éste. Lo que me lleva a mi segunda observación. Hume afirma que es imposible para nosotros, seres dotados de mentes infaliblemente finitas, tener la idea de la infinitud, pero que aun así este tema ha sido tratado concurrentemente durante siglos. Dice, también, que por más que tengamos una noción de infinitud, y que por eso podamos discutir y razonar al respecto, esta noción no es justa ni precisa. No es una idea clara, sino una noción tan aproximada, y errónea, como nuestras capacidades humanas pueden concebirla. Creo que este tipo de noción es exactamente aquel que tendríamos, si tenemos, del concepto de vacío.

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    1. En el argumento de “’Todo Tiene Su Final’… Posible” veo, también, dos problemas. El argumento parte del hecho que toda idea que es posible es consecuencia necesaria e infalible de otras ideas posibles, y que las ideas de un mundo privo de movimiento y de la aniquilación de una parte de tal mundo son ideas posibles. Así, en un espacio delimitado al que se le apliquen ambas ideas posibles, cuando es aniquilada la materia, los límites de dicho espacio no podrán unirse, pues esto implicaría movimiento. De ahí se sigue, sin más, que lo que queda entre los límites de tal espacio debe ser el vacío. La primera observación que tengo al respecto, es que el hecho que los límites de un espacio delimitado no se unan cuando la materia de dicho espacio es aniquilada, no implica que se obtendrá el vacío. Implica, más bien, que los muros siguen existiendo como impresiones (y, por lo tanto, ideas) distinguibles y divisibles, y que esto lleva, necesariamente, a que hay algo entre los muros que permite distinguirlos. Dado que Hume dice que, como la idea de extensión es generada por puntos visibles y tangibles dispuestos en cierto orden, no podemos tener una idea de espacio que implique la total ausencia de cosas visibles o tangibles, ese algo que queda entre los muros no puede ser el vacío. Ahora, a Hume le parece muy sencillo aceptar la idea de un mundo privo de movimiento como una idea posible. Pero es tan posible, o imposible, como la idea misma del vacío. Remitámonos, de nuevo, a la afirmación tan comúnmente aceptada de que, dado que nuestra mente es finita, no podemos concebir la infinitud. Podemos modificar esta teoría y aplicarla a las dos ideas antes mencionadas. Así, dado que la mente está en continuo movimiento perceptivo (tanto de impresiones como de ideas), le es imposible concebir la idea del reposo absoluto; de igual manera, dado que la mente no sólo está delimitada por confines materiales degradables, sino que, además, todas sus impresiones sensibles son de objetos materiales y su idea de espacio no puede ser privada de visibilidad o “tangibilidad”, le es imposible concebir la idea de vacío.
      Con respecto al argumento de “Quítate tú pa’ ponerme yo”, me gustaría hacer una observación sobre el cambio que hay en el concepto de ‘vacío’. En el argumento anterior, la noción de vacío que parecía haber era la de la aniquilación total de la materia. En este caso, en cambio, parece ser la de la aniquilación de la materia sólida. Así, como para que algo se mueva en el espacio, es necesario un vacío en dicho espacio hacia el cual ese algo se mueva, y los cuerpos se mueven en el espacio, el vacío no sólo es posible, sino necesario para el movimiento de los cuerpos en el espacio. Pero, ¿acaso es cierto que los cuerpos sólidos se mueven en el espacio vacío? Esta afirmación nos conduciría, irremediablemente, a que los gases y los líquidos no son materia o, en otras palabras, que hacen parte del vacío. Cuando un cuerpo sólido es sumergido en el agua, las moléculas de H2O se desplazan y la tensión superficial, con el nivel del agua, se eleva la cantidad de masa que tenga el sólido introducido. En la superficie terrestre pasa exactamente lo mismo, pero las moléculas son de O2, o de CO2. Para que algo se mueva en el espacio, deben desplazarse las moléculas de gas o líquido (dependiendo del medio en el que se mueva), que son materia y no vacío, que correspondan exactamente a la masa del cuerpo en movimiento.

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    2. Me parece que aquel que sería el cuarto argumento a favor de la posibilidad de la idea de vacío, es decir el de “No importa tu ausencia, te sigo esperando…”, tiene dos fallas fundamentales. La primera falla que veo, es la identificación de la ausencia con aquella total, o el vacío pues, como he mostrado en mi comentario acerca del argumento anterior, la ausencia de algo (en el ejemplo anterior, la solidez de la materia), no implica la ausencia total de ese algo. Segundo, me parece un error garrafal confundir las facultades humanas y, en este cuarto argumento, es eso exactamente lo que ocurre. Sartre, y aquellos que hacen esos dibujos que parecen engañar a tanta gente, confunden las impresiones de los sentidos con las ideas de la memoria y las de la imaginación. Si bien es cierto que cuando no encontramos un objeto como esperábamos, o algo nos lo sugiere, notamos su ausencia, esto no sucede porque tengamos la impresión sensible de dicha ausencia, sino porque o la memoria nos indica que determinado cuerpo suele estar, en una situación particular, en una posición determinada, o la imaginación puede sugerirnos la idea de un determinado cuerpo, cuando tenemos impresiones sensibles que inconscientemente asemejamos a dichos cuerpos. El notar una ausencia no implica que la percibamos a través de nuestros sentidos por la disposición de los puntos visibles o tangibles, sino que dado el recuerdo depositado en nuestra memoria de un cuerpo, y la capacidad de dividir, juntar y asociar ideas de nuestra facultad imaginativa, podemos notar la ausencia de cosas cuando la realidad no es compatible con nuestras expectativas, es decir, cuando nos encontramos de frente a una situación absurda.

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  13. Revisando las secciones pertinentes del tratado, puedo decir que, si Hume no concibe la ausencia de un espacio, vacío en cuanto materia, es porque la idea de espacio surge gracias a las impresiones de lo tangible y visible. Sin embargo, apoyando a Hume sería posible afirmar que no se puede tener una idea de vacío, además de lo dicho por él, porque todo está ocupado. Esta ocupación de todo se establece con las moléculas que transitan libremente en el aire, y que contienen oxígeno. Pero entonces cabría una pregunta: ¿Entre el espacio dado entre una molécula u otra está la ausencia (el vacío)? Apoyando a Hume diría que al igual no hay vacío porque también existe otra ocupación general, la atmósfera terrestre. Pero, ¿cómo reconocer esto si aparentemente no es visto? Se puede reconocer porque se puede sentir, no como brisa, sino por medio de una observación analítica. De no existir la atmósfera terrestre no existiría la gravedad y, por lo tanto, no existiría el orden ya concebido en los cuerpos existentes en la tierra.
    Ahora puede existir una refutación hacia lo que digo. Si todo está ocupado y no hay vacío, entonces no podría haber movimiento de otros cuerpos. Empero diré que las moléculas de oxígeno y los cuerpos son diferentes; aun cuando el primero no se ve y el otro sí, los dos comparten algo: la Masa. ¿Entonces cómo podemos cambiar de lugar los objetos?
    En cuanto a Sartre y Hume, el escocés podría decirle al francés que los dos conciben las cosas de manera diferente. Con la afirmación: “Sartre ve la ausencia de Simone”, puedo decir que es una cuestión de falta de identidad y de comunicación. Pues al no encontrarse Simone en persona, Sartre la extraña debido al deseo de verla para comunicarse en ese momento con ella. Según lo expuesto, Hume le hubiera dicho que no ve la ausencia de Simone, sino que extraña la comunicación con ella. Pero puede caber otra refutación en esto. Si un día voy por el camino que recorro todos los días, y no veo la iglesia que siempre había visto, ¿sería entonces una falta de identidad y comunicación con ella? No, sería el extrañamiento por algo corpóreo; ya no se encuentra la iglesia, pero el lugar sigue ocupado por otras clases de sustancias como ya nombré.

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  16. No siendo un lector juicioso de Sartre, y en consecuencia, desconociendo su pensamiento sobre "El Ser y La Nada", quiero tratar sobre su argumento de la impresión que le dio "ver" el vacío o la ausencia de Simone.
    Sartre acordó cita con su amada, en el Café donde frecuentaban los dos y se tomaban alguito. Esto sucedia con bastante regularidad, y se habituó a que cuando él llegaba la encontraba en la misma silla. Un día, Sartre la llamó y le pidio que se vieran en al Café. A unas pocas cuadras de donde se encontraba el Café, a Sartre le empezaron a temblar las piernas, empezó a sudar y se lleno de un desespero repentino. Entre más se acercaba, más le sudaban las manos y sentía la presencia más fuerte de su amada. Llegó por fin, y miro hacia la silla preferida por Simone, pero Simone nunca llegó.
    Sartre se quedó pasmado y, mirando la silla notó que Simone no estaba en el mismo lugar, después se fue y fin.
    Con esto, quiero mirar el argumento de la "impresión sencible de ausencia" en la "silla vacía". Sartre, estando tragado de Simone, antes de entrar al Café, se imagino la presencia de Simone, porque se acostumbró a verla allí sentada esperándolo. Pero una vez no sucedío y su hábito de verla allí, se vio interrumpido por la impresión de ver la "silla vacía".
    Sartre no VIO la ausencia, Sartre NOTO que Simone nunca llegó. Lo que puede llamarse ausencia no es más que la fractura del HÁBITO que adquirió por visitarla con frecuencia en el mismo lugar. Nunca vio algo así como la ausencia. Así, si otra persona hubiese visto la misma silla, sólo hubiera notado que estaba sola. Entonces eso que él creyo como que vio la ausencia, en realidad sólo fue la silla, porque ahí siguieron los puntos de colores que produce el color de la silla y la silla (tangible) como tal. Nunca hubo un "vacio", y mucho menos una impresión de vacio.

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  18. Voy a tratar de eliminar la idea de vació que se formó al leer algunos de los argumentos leídos arriba. La imaginación puede ayudarle a la gente a concebir ideas sin que ellas se hayan percibido del modo en el que se las imagina. Piensen en un elfo, un hobbit, un dragón, el ojo se Sauron y otros seres creados en la mitología. Es posible tener una idea de ellos si se nos describen con suficiente vividez las partes que se supone los forman gracias a que la imaginación puede relacionar ideas y obtener otras ideas. La idea de vació es fácil de imaginar, solo toca explicar que es el opuesto de todo lo físico y con eso mi imaginación puede hasta cierto punto forjar la idea del vacío.

    Sartre se puso triste y vacío cuando no vio a su amada, pero vio que no estaba. Vio la silla y vio que su amada no estaba, pero no vio el vacío. El sentido en el que se usa la palabra vacío cambia en este punto, porque en los primeros argumentos se usa en un sentido puramente espacial mientras que en este se usa de un modo que pretende aludir a las emociones de Sartre y no al espacio. Cuando Sartre no vio a su amada, vio todo lo que ocupaba el lugar que ella debería estar ocupando, más no al vació.
    En ¨La Murga¨ se piensa que todos deberían estar de acuerdo, porque percibieron el vacío. Acabo de mostrar un modo en el que se puede estar de acuerdo en un punto exacto sin tener más que una idea de imaginación de ese algo. AKA Vació.

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